jueves, 18 de febrero de 2010

vigencia

El capital Tomo I/ Vol. 1
Libro primero. El proceso de producción del capital
Karl Marx
Traducción de Pedro Scaron

Siglo XXI editores. Madrid. 2008
381 pág.


La obra de una vida, el esfuerzo casi sobrehumano que hizo este hombre para rastrear la miseria obrera, su injusticia, su desigualdad allá por la mitad del siglo XIX, cuando legisladores y jueces presenciaron la organización del movimiento proletario. Todo esto y su explicación determinista y sistemática, más la previa definición de todo un lenguaje técnico con el que se aspira a la disección científica de la Historia y a su premonición, invirtiendo la dialéctica de Hegel. Todo eso y la crónica de un idealismo, de un humanismo que queda no tan escondido tras la verborrea científica. Verborrea que tiene unos momentos de verdadera hipnosis (léase la distinción entre valor de uso y valor de cambio, o la aristotélica diferencia entre economía y crematística, es decir entre D-M-D y M-D-M donde D representa el valor en forma dineraria y M la mercancía, por tanto la consecuencia del primer ciclo viene a ser el de la creación de capital, la crematística, mientras que el segundo ciclo se corresponde con el de la economía funcional, el de la subsistencia, por lo que la mercancía seguiría conservando su valor de uso y no puramente el de intercambio). Marx, va insertando, en este primer volumen, una serie de definiciones básicas sobre los engranajes del sistema capitalista: la mercancía, el dinero, el valor (de uso y de intercambio), el plusvalor. Para emprender con estas fundamentaciones casi matemáticas el análisis más feroz y que tantas y diversas aplicaciones prácticas se ha dado en la Historia reciente. Aunque sea una obra decimonónica y mucho de sus aciertos se contextualicen y se agoten con su época (ahí tenemos a Michael Moore repitiendo, en su última ficción-documental aquello de que el socialismo y el capitalismo son ideas antiguas, una del S. XVI y la otra del S. XIX, y que ya es hora de aportar algo nuevo) nos parece que su vigencia radica en la poderosa agudeza para desarticular un mecanismo que por beneficiar a unos pocos se mantiene a través de la ignorancia, y de su supuesta condición natural, a través del mito de la autoconservación en la burbuja mediática, sin ser conscientes de nuestra contribución a la desigualdad. Las crisis económicas en su dimensión macroeconómica donde importa mucho la especulación en bolsa y los manejos de las grandes multinacionales no son un invento de estos días (simplemente hoy su entramado resulta más sofisticado y por tanto más indetectable, léase Una extraña dictadura de Viviane Forrester, donde se empieza recordando que los despidos producen beneficios en bolsa, y que por tanto es falso que la economía, bajo la directriz capitalista y neoliberal, se sustente en la creación de empleo y que ciertas afirmaciones como que "el empleo depende del crecimiento" son radicalmente opuestas a la realidad).

La desigualdad que tanto horrorizó a Marx y por la que dedicó sus horas como aquel profeta del desierto, cada vez es más profunda. La vigencia de la obra que aquí comenzamos a reseñar en la mítica edición de Siglo XXi, radica en que su lectura aún no se ha agotado.


Óscar Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario