jueves, 21 de enero de 2010

La razón crítica


La sociedad abierta y sus enemigos
Karl Popper
Traducción de Eduardo Loedel
Barcelona. Paidós. 2006
714 pág.




Aparentemente Popper plantea un modelo de sociedad abierta y a sus enemigos, pensadores que han contribuido consciente o inconscientemente a fundar con sus sistemas sociológicos, el desarrollo o la manifestación en disitintas épocas de lo contrario, es decir de la sociedad cerrada: cuyas características comunes parecen trascender la temporalidad. Pero claro la cosa no es tan simple, lo que Popper realiza es una evaluación de estos nostálgicos del pensamiento único y de la tribu: Platón, Hegel y Marx. Y a pesar de su parcialidad y del fulminante análisis que aplica a los tres, colocando, por ejemplo, a Platón como un traidor de su maestro Sócrates, y a su obra La República como una campaña casi electoral sobre su vaildez como gobernante, y a tal estado como una representación primigenia de lo que en el siglo XX se llamaron estados totalitarios, Popper nos recuerda su perspectiva histórica, en contraste con el contexto de estas figuras de la historia. Y es este método el que subyace en el posicionamiento crítico, el que socava la pretensión de Popper o el que la salva. Su ataque contra el historicismo ( planteamiento metodológico que considera la existencia de ciertas leyes atemporales y universales que gobiernan el curso de la historia ) le lleva a afirmar que la historia carece de significado: la llamada historia es en realidad la historia del poder político, la historia de la humanidad es imposible, se acercaría, más bien, a los pequeños relatos de la gente anónima, tendría que abarcarlo todo, sin discriminación. La siguiente pregunta que se hace es: ¿por qué se ha elegido la historia del poder político, entre las otras? Una razón, dice, es porque el poder actúa sobre todos; otra, que los hombres reverencian el poder, adoración que nace del miedo; y una tercera razón, que aquellos que detentaron el poder quisieron ser reverenciados. ¿Cuál es por lo tanto la alternativa?: la suya, la que propone, ofreciendo como modelo esta obra, es la del ensayo sociológico, una evaluación, pormenorizada y tangencial para construir un relato fragmentario expuesto a revisión, para aproximarse a cierta verdad, casi inaccesible. La aspiración a un mundo mejor por medio de la ingeniería social.
Si contextualizamos a Popper, esta obra de 1945 es un alegato argumentado y razonado, no impuesto ni dogmático, contra los abusos de poder: la redefinición de la democracia es urgente, también su vigilancia. Ese recordatorio aún se mantiene. La democracia, la coloca Popper, en vista de los otros proyectos políticos, y sus prácticas, como la mejor forma de gobierno: siempre advirtiéndonos en su ejercicio de razón crítica sobre las imperfecciones de dicho postulado y el peligro de abandonar en manos de los gobernantes la dirección de nuestras vidas.
Asombra el inmenso corpus intelectual, las múltiples lecturas y el suficiente coraje, para enfrentarse con los cimientos de nuestra concepción sociológica y política. Su tesis queda corroborada con una constante invocación a lo que los otros han dicho, siempre con la intención de enhebrar su propio discurso: de Hegel dice que fue un promotor del imperialismo (que lo mantenia y lo subvencionaba), y que su idea del absoluto (viaje de lo material a lo ideal) y la visión de la dialéctica como argumento de la historia del hombre, esconde la justificación de la política del momento; de Marx, piensa, que es un profeta y que su ajuste científico no perdura, que ha sido superado, aunque admira su empresa y lo reseña como un fiel retratista de una época proletaria especialmente miserable y cruel.
Finalmente abre la puerta para la discusión, defiende el desacuerdo y el racionalismo dialéctico y crítico. Y nos estimula para comprobar qué hay de popperiano en nuestros días: esa fe por lo racional, por la comunicación y el pensamiento constructivo en constante alerta. Y, por supuesto, también para que averiguemos qué hay de popperiano en nosostros mismos.
La sociedad abierta y sus enemigos
de Karl Popper, obra polémica, proyecto ambicioso y necesario que invita a la releectura, a la suya, a la de las obras que menciona, a lo que nos enseñaron, a lo que nos ocultaron, a la del propio sentido de la historia...

Óscar Hernández

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