lunes, 2 de noviembre de 2009

El observador activo


François Truffaut
Paidos
296 páginas
Idioma: Español
ISBN: 844930752X ISBN-13: 9788449307522
(01/10/1999)
De Truffaut podemos decir que vivió para el cine. Niño casi huérfano, sufrió cosas parecidas (él cuenta que peores) a su héore Antoine Doinel (quizás por eso en su cine y en sus escritos refleja una infancia real, dura y muy solitaria, trata a los niños como son no como nos gustaría que fueran). Con la diferencia de que este niño llegaría a trabajar en 1947 con André Bazin, uno de los críticos más importantes del siglo XX. Escribiría en los Cahiers du cinéma, y dirigiría su primera película, Los 400 golpes con 25 años. Por lo tanto, precoz ya sabemos que lo fue, también contestatario, inconformista y gran amante. Dichas cualidades nacieron y giraron en torno al Cine.
Recomendamos su obra fílmica, la que hemos podido ver: Los 400 golpes, Disparad contra el pianista, Jules y Jim, La noche americana y Farenehit 451, y nos decidimos a seguir viendo el resto de su obra en un futuro. Miembro destacado de la Nouvelle Vague, junto a Rohmer, Chabrol, Rivette o Godard, su cine ofrece un verdadero romance con el cine. Declaración de principios, y mirada atenta a la estructura y personajes, pero sobre todo a la dirección. Una dirección invisible aunque muy palpable en el propio análisis de la historia, en la puesta en escena, en el desarrollo de la trama, en la exposición del héroe ante un dilema moral. Crea así una verdadera literatura de lo metaficticio.
Esta antología El placer de la mirada en sus prefacios o prólogos, ensayos y críticas al crítico, conferencias y pequeñas postales homenajes a sus grandes maestros(sobre todo Renoir)demuestra que lo suyo viene de un entendimiento empírico y auténtico. En las miles de referencias que realiza, con respecto a las películas y a los libros y a las personas implicadas, su discurso estético y moral comprende en su transmisión una sencillez y originalidad que asombra. Recordamos la referencia a Spielberg y a su participación como actor en Encuentros en la terecera fase, su humildad y honestidad, y el propio asombro ante la capacidad del director americano para ensamblar una historia en un proyecto tan ambicioso. Recordamos también la referencia a Jules y Jim y a cómo conoció al autor de la novela. Descubre la obra en una librería de ocasión y establece sin haber dirigido nada aún, una relación epistolar con este anciano escritor, autor de esta primera novela con más de 60 años, con el fin de adaptarla al cine: eso demuestra una verdadera convicción y necesidad por llevar a cabo un sueño, y hacer de ello algo más que un oficio: hacerlo realidad en una dedicación constante y cotidiana. Recordamos también, el profundo conocimiento de Hitchcok y Welles. Del primero destaca el control absoluto del personaje, del ritmo y de las elpisis en un mundo siempre angustioso: un maestro inventor del suspense fílmico. Del segundo un verdadero poeta de la imagen con una capacidad precoz que le proporcionó estrenarse como diretor también con 25 años y con la ópera prima más destacada del cine. Actor extraordinario y mago del montaje. No sólo con grandes palabras vive el hombre. El observador Truffaut nos enseña a mirar las virtudes pero también los excesos y propone argumentos para corroborar sus teorías. Argumentos, como ya hemos dicho antes, muy personales, nacidos de la pura observación y de un profundo conocimiento, propios de un autodidacta, y sin la pátina caduca del académico.
Escrito con estilo sencillo y directo, esquemático muchas veces, este dietario improvisado, hecho con fragmentos de una vida, atrapa al lector en una suerte de continuidad de obras distintas. Invitando al amante del cine a convertirse en un observador activo.


Óscar H.

No hay comentarios:

Publicar un comentario